El pasado 14 de marzo, el Parlamento Europeo aprobó la Ley de Datos, una amplia legislación que tiene como objetivo fomentar la innovación eliminando las barreras que obstaculizan el acceso a los datos industriales. La norma establece reglas para compartir de forma justa los datos generados por productos conectados o servicios relacionados, como el Internet de las Cosas y las máquinas industriales. Según el Europarlamento, el 80% de los datos industriales generados nunca se utilizan, por lo que esta ley fomentaría un mayor uso de esos recursos para entrenar algoritmos y bajar los precios de las reparaciones de dispositivos.
Uno de los aspectos más destacados de esta ley es un artículo que exige que los contratos inteligentes sean modificables. La normativa establece requisitos para los contratos inteligentes de las partes que ofrecen datos compartibles, incluida la terminación e interrupción seguras. Esto implica que los contratos inteligentes deben incluir funciones internas que puedan restablecer o instruir al contrato para que detenga o interrumpa la operación. Además, deberá evaluarse en qué condiciones deberá permitirse la terminación o interrupción no consentida.
Aunque esta disposición ha sido recibida con cierta preocupación por algunos expertos, ya que creen que podría socavar las garantías de inmutabilidad e introducir un punto de fallo, la ley también concede a los contratos inteligentes la misma protección que a otras formas de contrato. En este sentido, los contratos inteligentes estarán sujetos a las mismas reglas que los contratos tradicionales en cuanto a la protección de secretos comerciales y la prevención de transferencias ilícitas de datos.
Sin embargo, algunos expertos han señalado que la Ley de Datos podría poner en peligro los contratos inteligentes hasta un punto que nadie puede predecir. Según el profesor Thibault Schrepel, de la Universidad Libre de Ámsterdam, la norma presenta fuentes de inseguridad jurídica en cuanto a la especificación de quién puede detener o interrumpir un contrato inteligente. Aunque la ley ha sido aprobada por un amplio margen de 500-23, con 110 abstenciones, los miembros del Parlamento tendrán que negociar ahora la forma definitiva de la ley con el Consejo Europeo y los distintos países miembros de la Unión Europea.
Today, the @Europarl_EN is debating the Data Act (https://t.co/cwDOFDGmU9). My thoughts on the latest version of Article 30 (#smartcontracts).
➝ The immutability of smart contracts is key to their survival (i.e., immutability is their main differentiating https://t.co/X3XfgRC6ZL… https://t.co/4JHg2fP84j pic.twitter.com/8QTSBxSueH— Thibault Schrepel (@ProfSchrepel) March 14, 2023
En definitiva, la Ley de Datos es una norma ambiciosa que busca impulsar la innovación y el uso justo de los datos industriales. Aunque algunos expertos han expresado su preocupación por ciertas disposiciones de la ley, lo cierto es que la norma es un paso importante hacia la regulación del uso de los datos y los contratos inteligentes en la Unión Europea. A medida que avanza la negociación de la forma definitiva de la ley, será interesante ver cómo se resuelven los desafíos y preocupaciones planteados por los expertos en el ámbito de los contratos inteligentes.